Yo ya no seré libre como un pájaro,
tú ya te has ido
y me has dejado atadas las alas con nudos de silencio y
secretos.
Libérame amor mío,
que pueda volver a conocer la carretera del Oeste
una, sólo una vez
más.
Que pueda ver fuegos en las calles
el absentismo del canto.
Libérame amor mío,
de esta inaguantable paz,
que es el sudor de tu muerte
impreso en mi carne.
octubre 2009
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