lunes, 6 de enero de 2014

La carne y la infamia



Sexo
consuelo de las miserias.

Una puta es una reina
trono de escombros, tierras de mierdoso césped
cetro el bolso del bershka.

ladra de noche
sucia
rabiosa.
La antigua madre defiende
territorio y supervivencia.

Chulos rondando
enjambres,
gordos asquerosos los ministros, los regentes
contratan en la sombra sus negocios de dos duros
guiñándose en silencio palabras entre dientes
escupen los guarros
farfullan incomprensiblemente
El mundo 
exiliado 
calla
alrededor de ellos que del mundo se esconden
sórdidos rapaces de mierda.

En los deshechos del mundo
nace un nuevo mundo
nacen leyes nuevas
donde ya no hay leyes
nace un nuevo honor
donde honor es deshonor.
Nacen aristocracias de suburbio
en lugares confinados donde la ciudad termina
la ciudad vuelve a empezar, desalmada
de nuevo
miles de veces vuelve a empezar en puentes 
y laberintos y en obras abandonadas a medio acabar
descampados 
y escombros basura basura
periferia en la periferia, periferia
en el centro

detrás del skyline con las torres y la M-30
detrás de la vida de cemento.

En la facilidad del amor
el miserable se reconoce hombre
ahoga las deficiencias
nutre su ego hasta el desprecio

chavales en el ápice
de una enfermiza adolescencia
catequizan entre las piernas
de las putas viejas
y andan por la calle desafiando
pequeños cabrones arrogantes
que os creeis que todo el mundo os va mostrar
respeto 
o admiración
por el tamaño de vuestra verga.

Su fuerza está en su estupidez
y su esperanza en no tener esperanza.

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